Los delitos contra la propiedad constituyen un mal que afecta a la inmensa mayoría de las ciudades del mundo y en su esfuerzo por combatir a los delincuentes, los gobiernos desarrollan estrategias que incluyen la vigilancia y la respuesta policiaca.
Las estadísticas sobre robos y asaltos confirman la existencia de un creciente sentimiento de seguridad, entre los ciudadanos. Y si eso es así, en las ciudades, ¿qué puede estar ocurriendo en los barrios, donde la presencia policial escasea y los habitantes se sienten desprotegidos?
Un alto porcentaje de los robos y asaltos se explica en la falta de oportunidades de empleo, particularmente entre individuos de baja escolaridad asolados por la pobreza.
Criminalidad en aumento
Aunque suene cruel decirlo, la crisis causada por la pandemia del coronavirus que está afectando al mundo, con una masiva pérdida de fuentes de ingresos, presupone un incremento en la actividad delictiva.
Las circunstancias demandan una efectiva respuesta para proteger los bienes de los ciudadanos.
Entre las estrategias que las autoridades de seguridad pública han seguido, en Costa Rica, para combatir la delincuencia común, ha estado la creación y preparación de grupos comunitarios, para que se encarguen de observar los movimientos irregulares que se den en sus vecindarios.
Pero, ¿hasta donde se puede mantener un ritmo de vigilancia y respuesta eficiente, entre grupos de voluntarios cansados de su trabajo cotidiano, sin la herramienta y la preparación necesaria para distinguir al delincuente del que no lo es y afrontar una situación que puede ser riesgosa?
La participación de la comunidad, como punto de apoyo en la lucha contra los delincuentes, es de vital importancia, pero más de un equipo de voluntarios, las circunstancias requieren el apoyo tecnológico, con el respaldo de agentes especializados en el ámbito de la seguridad.
Del monitoreo a la acción
En ICR Seguridad Instatel estamos preparados para respaldar a los barrios organizados, en su lucha contra el hampa, mediante acciones coordinadas para mantener una vigilancia real, las 24 horas del día, todos los días del año.
En la búsqueda de las soluciones más efectivas, definimos, en coordinación con cada organización de vecinos, los puntos estratégicos para ubicar cámaras de vigilancia conectadas a una central de monitoreo que cuenta con operadores y oficiales de respuesta trabajando permanentemente.
Instalamos equipos de última tecnología en alarmas y sistemas de vigilancia de circuito cerrado; contamos con centrales de monitoreo análogas y de alta seguridad (por internet) con supervisión de los sistemas cada 60 segundos; y brindamos asesoría a nuestros clientes.
Si hemos sido efectivos en el servicio brindado a empresas, residencias y personas, a lo largo de años de trabajo profesional e innovador, también lo seremos en su barrio o residencial.
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